miércoles, enero 10, 2007

El encantamiento de Don Quijote y su vuelta a la aldea, con lo que da fin a la primera parte de la historia del hidalgo

Para curar la locura de don Quijote el cura y el barbero quieren llevar a Don Quijote a su pueblo. Para que no pueda escaparse le quieren llevar en una jaula de palos. Cuando el caballero está dormido le atan las manos y los pies. Entonces se cubren los rostros y cambian los vestidos para que Don Quijote no les conozca. Cuando el caballero se despierta, se da cuenta de que está en una jaula. Se asusta mucho porque cree que está encantado y que las personas que le llevan son fantasmas de castillo. Empieza a quejarse y ruega al barbero (quien no reconoce) que pida al gran encantador que no le deje morir en esta cárcel. Viéndose sobre el carro Don Quijote está muy confuso porque nunca ha leído algo así en sus libros de caballería. Los héroes suelen volar en una nube por los aires o en un carro de fuego. Pero Don Quijote piensa que ésta es la nueva manera de los encantadores de tratar a los caballeros valientes. Así se calla y se queda en su jaula sin mover. Parece una estatua de piedra. El cura, el barbero y el resto de la compañía marchan tras el carro. Después de siete días de camino llegan al pueblo de don Quijote. Es domingo y mediodía. El carro se para en medio de la plaza donde se halla toda la gente del pueblo. Todos están muy excitados y quieren saber quién está en la jaula. Cuando reconocen a su viejo vecino todos le miran sorprendidos. Llegan el ama de casa y la sobrina de don Quijote. Cuando ven a su amo empiezan a gritar. Echan maldiciones a los libros de caballería que han vuelto loco a Don Quijote. Teresa Panza acude y sin saludar a su marido le pregunta si el asno está bien. Después quiere saber si ha traído regalos para su familia. Pero dice también que se ha sentido muy triste y sola durante su ausencia. Don Quijote es llevado a su casa y allí se acuesta. No comprende lo que ha pasado y sigue creyendo que es la culpa de encantadores o enemigos suyos que él se halla en este estado miserable. Sus amigos temen que vaya a buscar nuevas aventura cuando haya recuperado. Y así será.

Batalla de don Quijote contra unos cueros de vino tinto

Los cuatro encuentran al viajero y al cura que se escondieron y todos van a la venta que don Quijote y Sancho ya conocen. En el camino Sancho ve a Ginés de Pasamonte sobre su asno y le dice que se huya. Así recupera su asno. En la venta don Quijote está tan cansado que se acuesta inmediatamente. Pero un poco más tarde se oye un ruido raro de su habitación. Todos los que están en la venta suben al cuarto de don Quijote en seguida. ¿Y qué ven? Ven a don Quijote en traje de noche y con los ojos cerrados, que está dando cuchilladas a unos cueros de vino, que están colgados en su habitación. ¿Qué ha sucedido? Don Quijote está soñando que el gigante está amenazándole y ha empezado a atacarle con su espada. Cree que se trata de la cabeza del gigante que tiene que vencer. Por el vino tinto que ha salido de los cueros hay manchas rojas en todas partes de la habitación. Al ver el desastre, el ventero intenta parar a don Quijote dándole golpes. Pero don Quijote no se despierta. Finalmente el barbero le echa agua fría encima. Sancho, que cree la historia del gigante, busca la cabeza del enemigo de su amo. No la encuentra, claro que sí, porque lo que cree ser sangre es el vino tinto del ventero. El caballero – ya despierto - no entiende bien lo que ha pasado. Se pone de rodillas delante del cura (a quien toma por la princesa) y le dice que ha vencido al gigante y que la princesa ahora está segura. Todos se rien del caballero menos el ventero que ve su buen vino derramado en el suelo.

domingo, diciembre 10, 2006

Que trata de la aventura del yelmo de Mambrino

Don Quijote y Sancho Panza terminan de comer y continúan su camino. Después de un camino corto don Quijote descubre a un hombre a caballo que lleva en la cabeza un yelmo que brilla mucho como el oro. Don Quijote piensa que éste es el yelmo de Mambrino. Sancho le dice que cree que don Quijote se engaña en lo que dice y que lo que ve es un hombre sobre un asno que lleva en la cabeza una cosa que brilla. Don Quijote sigue pensando que es el yelmo de Mambrino y le dice a Sancho que se retire y lo deje a solas con él. Pues don Quijote quiere terminar con esa aventura del yelmo y quiere guardar el yelmo. Pero en verdad se trata de un barbero que tiene que ir a otro pueblo a trabajar y trae consigo una bacía de azófar, pero porque ha empezado a llover se ha puesto la bacía sobre la cabeza. Como está limpia brilla de lejos. Don Quijote ve que el hombre con el asno se acerca y sin hablar con él le arremete con su lanza. Le dice que debe defenderse o que se rinde. El barbero cae al suelo y huye aprisa dejando la bacía. Don Quijote ordena a Sancho que levante el yelmo y Sancho dice que la bacía es muy buena y se la da a don Quijote. Éste piensa que el yelmo pertenece a una cabeza muy grande y lo peor es que le falta la mitad. Sancho tiene que contener la risa por temor a la ira de su amo. Don Quijote piensa que esta pieza famosa está en manos de alguien que no conoce su valor y que le quitó la mitad. Sancho le pregunta qué van a hacer con el asno que el barbero ha dejado. Don Quijote responde que no es costumbre caballeresca despojar a los vencidos y también le dice que cuando ellos estén lejos su dueño seguramente vendrá por su asno. Continúan su camino.

viernes, noviembre 24, 2006

Don Quijote fue armado caballero

Lo que inquietaba más a don Quijote era no ser caballero armado. Por eso pidió al ventero que le nombrara caballero, dándole sus razones de por qué este nombramiento era necesario. El ventero, que era un hombre burlón, aceptó este extraño oficio pensando que Don Quijote estaba loco. Para que este nombramiento fuese válido un caballero debería «velar» sus armas antes. Por eso Don Quijote trajo sus armas al patio de la venta, las puso junto a un pozo y permaneció allí durante todo el día para que no se las robaran. Pero tuvo que enfrentarse con dos hombres que querían dar agua a sus animales. Cuando uno de ellos quería quitar las armas de Don Quijote del pozo, Don Quijote se enfadó mucho y le dió un golpe con su lanza al pobre hombre. Lo mismo le sucedió al otro hombre. Los demás arrieros (hombre que trabaja con animales de carga y los conduce de un lugar a otro) le tiraron piedras para que parara. Finalmente apareció el ventero y puso paz ofreciendo a Don Quijote armarle caballero enseguida. Así Don Quijote fue nombrado caballero a la vieja usanza: El ventero le dio al hidalgo dos toques con la espada en sus hombros. Una vez acabado el nombramiento las dos «doncellas», que se burlaban mucho del caballero, le ayudaron a ponerse su espada y sus espuelas. Y don Quijote contó a todos que ahora quería buscar aventuras. El ventero quería que este cliente raro se fuera por fin y le despidió muy de prisa, sin pedirle dinero por la comida.

miércoles, noviembre 08, 2006

RWG - Don Quijote Blog


¡Hola a todos los aficionados de Don Quijote!
Aquí el Leistungskurs Spanisch del Richard-Wagner-Gymnasium Bayreuth presenta su blog sobre el caballero andante más famoso. Hemos leído la primera parte de la novela en forma adaptada (Klett Lektüre) y cada alumno del curso ha puesto el resumen de su capítulo.¡Qué disfruten!